¿Qué es elegir? ¿Elegimos siempre libremente o nuestras elecciones son tamizadas por nuestra educación, cultura, moralidad o información? No son preguntas de respuesta simple porque están fuertemente ligadas a nuestra naturaleza humana y social complejas, incluso nuestras emociones pesan muchísimo en lo que decidimos.
“Saber elegir” es precisamente eso, una campaña que centra la atención en nuestra capacidad individual de impactar nuestro entorno y a nosotros mismos a partir de las escogencias que hacemos cada día. La campaña reconoce que somos seres integrales y que, pese a que nuestras decisiones están unidas por un hilo indisoluble que no admite abordajes fragmentarios o parciales, sí pueden clasificarse en grupos que nos ayuden a ver con más claridad cómo es que esas decisiones que tomamos inciden con mayor fuerza en ciertas esferas de nuestra vida social e individual.
Es por esa razón que la campaña “Saber elegir”, aprovecha la coyuntura electoral costarricense para resaltar que, si bien cada cuatro años tenemos la oportunidad de hacer una elección democrática para definir quien gobernará la institucionalidad del país, nosotros, en nuestra vida cotidiana, hacemos elecciones cuya responsabilidad y juicio informado en su aplicación determinan enormemente los resultados que obtenemos como personas y sociedad.
Identificar aquellas elecciones que son buenas para el país, buenas para la comunidad, buenas para la naturaleza, buenas para nosotros mismos, o incluso buenas para los negocios desde el punto de vista de sus prácticas sustentables, es probablemente una de las acciones que en mayor medida puede redituarnos efectos positivos en el corto, mediano y largo plazo. Se dice que, etimológicamente, la palabra “elegir” proviene del verbo prefijado con e-/ex- (hacia afuera) y el verbo legere (leer); sepamos entonces leer el contexto para hacer buenas elecciones, el propósito de esta campaña es justamente aclarar el camino para una lectura más profunda y acertada.
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