Se estima que cerca del 50% o más de la “basura” que compone las bolsas plásticas que miles de costarricenses dejan fuera de su casa para que las recoja el camión municipal, son desechos orgánicos con alto potencial para hacer compost o incluso energía a través de un biodigestor.
Como explica Daniel Zapata, Encargado del programa AmbientaDOS, “uno de los principales errores de la mala gestión de la materia orgánica es que ésta contamina, no obstante, en un relleno sanitario, con condiciones muy pobres de oxigenación, estos residuos tienen alto costo ambiental por las emisiones de gas metano que provocan una contaminación 84 veces peor que su equivalente en CO2 como gas efecto invernadero”.
Aparte de este hecho, los lixiviados de los desechos orgánicos, que son los líquidos resultantes del proceso de percolación del fluido que llegan hasta el suelo y los mantos acuíferos, son también una forma de contaminación porque el lixiviado generalmente arrastra gran cantidad de los compuestos presentes en el sólido que atraviesa, en este caso los desechos de la basura, explicó Zapata.
Por esta razón, uno de los principales aportes que podemos hacer para la adecuada gestión de nuestros residuos orgánicos es separarlos de la basura tradicional y utilizarlos para hacer compost, el cual además tiene un efecto positivo para el enriquecimiento del suelo y además puede ayudarle a fortalecer las plantas de su jardín o una pequeña huerta.
Limpios, secos, separados: del reciclaje a la solidaridad y el trabajo en equipo
Cada día, miles de gestores de residuos de todo el país confrontan la pesada labor de organizar los materiales para su posterior reutilización. Como explica Marlen Chacón, encargada del punto de reciclaje en San Antonio de Escazú, “en su trabajo, muchos de ellos, hombres y especialmente mujeres, reconocen que por desconocimiento las personas que deciden reciclar sus residuos los entregan sucios, con restos de comida, sin ser separados y en ocasiones mojados con líquidos, esto hace la tarea de la separación sea muy pesada y compleja, al punto que muchos gestores y encargados de los puntos pasen más tiempo tratando de recuperar al máximo el producto”
Así, cuanto más limpios, secos y separados en: vidrio, papel y cartón, plástico, latón y aluminio vienen los residuos, mayor es la posibilidad de gestionarlos de forma adecuada ya que no tienen que ser seleccionados, limpiados o secados para llevarlos a las plantas de reciclaje.
En este sentido, cuanto más adecuada sea la entrega de los residuos; más solidario y efectivo es su uso para los gestores de residuos. “Mediante la campaña Limpios, Secos, Separados, impulsada por el programa ecolones, se ha demostrado que cuando la población está interesada, puede hacer una entrega de residuos que conserve estos patrones de comportamiento, por lo que es totalmente posible llevar a efecto en mucho mayor escala a todos los residuos que se entregan para reciclar”, apuntó Gustavo Paz, Coordinador de Puntos ecolones.
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