Iniciamos un nuevo año y con él varios compromisos o propósitos por cumplir, algunos nuevos y otros que arrastramos del año que finalizó, lo importante es que estamos ante un nuevo periodo para completarlos.
Es valioso tener en cuenta a la hora de establecer nuestros compromisos su grado de complejidad, estos deben ser realizables y realistas, una vez hecho este análisis es muy útil elaborar un plan de cumplimiento, lo que nos ayudará a tener control sobre ellos y obtener una motivación conforme vayamos avanzando hacia la tan añorada meta.
Es usual enfocar nuestros propósitos en metas para bien personal, por ejemplo, hacer más ejercicio físico, leer más, bajar de peso, ahorrar, entre otros, pero también es importante plantearse metas dentro de un entorno más amplio y social, como tener mayor relación con la familia, con los amigos, dedicar más horas de voluntariado o ser más conscientes y responsables de nuestra huella ecológica.
Respecto a este último punto, hay que recordar que la responsabilidad con el ambiente es compartida y tanto las grandes empresas son responsables de los residuos de los productos que fabrican, como el usuario final o consumidor es responsable de brindarle una correcta disposición a los residuos para que sean tratados o reutilizados, y de esta manera evitar que terminen en lotes baldíos, ríos o mares.
Este mes de enero AmbientaDOS estará compartiendo, desde su plataforma en Facebook, ideas sobre compromisos que podemos adquirir este 2018 para tener una vida más responsable y sostenible, además de desarrollarlos mes a mes durante el año por medio de consejos, con el objetivo de apoyar a la comunidad en el cumplimiento de sus metas ambientales.
AmbientaDOS 2018
Quiero compartirles seis puntos que considero esenciales para llevar una vida más sostenible y disminuir nuestro impacto en el planeta a favor de nosotros mismos y de las futuras generaciones.
Consumo responsable: Una de las principales claves para consumir responsablemente es analizar si realmente necesitamos ese producto o si estamos reaccionando a un impulso de consumo. Otro punto fundamental es, antes de comprar, considerar el impacto ambiental de ese producto al valorar su proceso de producción, ingredientes, embalaje, entre otros.
Eliminar la utilización del plástico de un sólo uso: Un simple “Sin pajilla, gracias” puede hacer una gran diferencia en el ambiente. De acuerdo con Ocean Conservacy, las pajillas son responsables de un 4% de los residuos que hay en el océano. Otra medida es cargar siempre con nuestra bolsa de tela o biodegradable, y evitar las bolsas de plástico de un solo uso, las cuales tardan entre 150 y 1000 años en descomponerse.
Ahorro de agua y electricidad: Tomemos consciencia y reduzcamos el consumo excesivo de estos recursos, el ambiente y nuestro bolsillo lo agradecerá.
Cambiar nuestros hábitos de transporte: Las calles están congestionadas, de una hora pico en la mañana y otra en la tarde pasamos a presas tiempo completo. Seamos parte de la solución y no del problema, probemos el transporte público y organicémonos para hacer carpooling con familia, amigos y compañeros de trabajo.
Separar los residuos: Dispongamos correctamente de nuestros residuos, aprovechemos campañas como AmbientaDOS que recibe materiales cada mes, o consultemos la página del Ministerio de Salud cuál centro de acopio está cerca de mi comunidad, y hagamos la entrega de nuestros residuos de forma limpia y separada.
Compartir experiencias con amigos y familiares: Muy importante, compartamos nuestras experiencias y buenas prácticas, el planeta es de todos.
¡Un próspero y sostenible 2018 para tod@s!
Por: Gustavo Paz Ejecutivo de Cuentas
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