Obra artística de 1.000 metros cuadrados en el centro penitenciario, fue organizada por la iniciativa “Arte por la Paz” y el Ministerio de Justicia y Paz de Costa Rica, con el apoyo financiero de la marca Navarro Correas de FIFCO
Empresa facilitó 33 voluntarios y casi 300 horas de voluntariado
Febrero, 2018. En circunstancias en que la libertad física no es posible, el arte es un medio de expresión que no tiene límites, ni fronteras. Esto fue lo que experimentaron 35 privadas de libertad que formaron parte de un proyecto mural que se llevó a cabo en el Centro de Atención Institucional (CAI) Vilma Curling, conocido anteriormente como El Buen Pastor.
El mural, de cerca de mil metros cuadrados y que incluye el arte pictórico, el grafiti y el uso de mosaico, fue conducido por los artistas Ana Coronado Guerrero y Jordi Beltrán, quienes aplicaron un enfoque “arte-terapéutico” con un mensaje motivacional sobre el valor del trabajo colectivo. Durante la obra, se incentivó respetuosamente a las privadas de libertad de formar parte del proyecto y a su vez, en el diseño, se tomó en cuenta lo que cada interna quería para su presente y para su futuro.
“Para el Viceministerio de Paz es muy importante participar, junto con la población del CAI Vilma Curling, en el embellecimiento de sus espacios. Construir paz pasa también por generar condiciones para la armonía y el disfrute de los espacios cotidianos donde hacemos comunidad”, comentó Víctor Barrantes, viceministro de Paz.
Los artistas Coronado y Beltrán forman parte del grupo Arte por la Paz, que es un Programa de Desarrollo Integral, que cuenta con más de 2.400 voluntarios nacionales e internacionales y del cual FIFCO forma parte, motivado por su proceso de construcción social. Fue por esta razón que una de sus marcas, Navarro Correas, donó los fondos para la elaboración del mural y 33 voluntarios de la empresa contribuyeron con casi 300 horas de labor para la finalización de esta obra que beneficiará tanto a la población de mujeres recluidas, como a los visitantes y familiares.
Para Gisela Sánchez, Directora de Relaciones Corporativas de FIFCO, “Nuestro propósito en FIFCO es compartir con el mundo una mejor forma de vivir y eso implica hacerlo con todos los grupos de la sociedad. Hacer del arte una terapia que ayude a estas mujeres a mejorar su bienestar emocional es sin duda un apoyo para encontrarse consigo mismas, para que eventualmente puedan reinsertarse a la sociedad de una manera positiva”.
De acuerdo con Gina Marín Rojas, Asesora Nacional de Arte y Cultura y Directora de Arte por la Paz, “La elaboración artística se trabaja con metodología psicopedagógica y el refuerzo positivo, propiciando el reconocimiento de actitudes, valores y dones individuales. Se motiva el trabajo colectivo, se reconoce y se insta a la participación respetuosa”.
En Costa Rica, según datos del Ministerio de Justicia y Paz, la población femenina privada de libertad es del 7.3%, por lo que solo hay un Centro de Atención Institucional para una población de 529 mujeres provenientes de todas partes del país. Cabe resaltar el dato de que casi un 30% de las detenidas está en un rango de edad entre los 46 a 65 años.
Este proyecto nació gracias a que en agosto 2017 la bodega argentina Navarro Correas plasmó el arte de una artista costarricense, Cinthia Monge, en la Colección Privada Malbec y un porcentaje de las ventas de esta colección fue donado para la creación del mural en el CAI Vilma Curling.
Las privadas de libertad contaron con apoyo de artistas para la elaboración de su propuesta.
La propuesta artística combinó artes pictóricas con el uso de mosaico.
Mural también sirvió para realizar terapia emocional con las privadas de libertad.
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